Hacer un trekking en el Himalaya en altura requiere de un proceso de adaptación. En este artículo veremos cómo el cuerpo se adapta y qué pasa cuando ganamos altura.
A este artículo le seguirá otro en el que hablaremos de qué es el mal de altura y cómo podemos prevenirlo en un trekking en el Himalaya en Nepal.
A medida que vamos ganando altura en un trekking en el Himalaya, el aire contiene menos oxígeno y la presión es más baja.
Imagínate viajando en un avión a 8800m de altura. Si la cabina perdiera la presión completamente y estuviéramos a la misma presión que el aire de fuera, a no ser que estuviéramos respirando oxígeno con las máscaras, perderíamos la conciencia y en unos 4 minutos moriríamos. Sin embargo, muchos alpinistas han escalado el Everest (8840m) sin suplemento de oxígeno. ¿Cuál es la diferencia entre ambos escenarios? Un proceso gradual de lo que llamamos “aclimatación” en el cual el cuerpo se adapta gradualmente a los niveles bajos de oxígeno y proporciona el oxígeno suficiente a la sangre.
Así, cuando ganamos altura, nuestra respiración incrementa, la sangre se acelera y nuestro cuerpo produce más glóbulos rojos para proporcionar el oxígeno que nuestro cuerpo necesita.
Consideramos que caminamos en altura a partir de 2500m hasta 5500m de altitud aproximadamente. A partir de 5500m lo llamamos altura extrema.
Un trekking en el Himalaya de Nepal es un trekking en altura. No sobrepasamos los 5500m a excepción de alguna ascensión puntual a un pico en el que nos quedamos a penas unos minutos, como Kala Pathar, en el trek del Campo Base de Everest, Cho La Pass, o los 3 Pasos. Kala Pathar tiene 5550m de altura y lo ascendemos para obtener las mejores vistas del pico Everest (8848m).
Notamos claramente que nos estamos adaptando a la altura porque necesitamos respirar con más frecuencia. Por ejemplo, cuando bebemos agua, notamos que tenemos que detenernos antes de terminar para tomar una bocanada de aire. O notamos que mientras caminamos debemos parar de hablar para tomar aire. En general, respiramos más tanto cuando estamos activos como cuando estamos en reposo.
Cada individuo responde de diferente manera ante la falta de oxígeno en altura. El factor genético de cada persona también tiene que ver a la hora de adaptarse.
El secreto para un trek en el Himalaya es caminar muy lentamente y focalizar nuestro ritmo de camino en la respiración.
Al ganar altura, nuestro pulso incrementa, ya que nuestros glóbulos rojos transportan menos cantidad de oxígeno, la sangre se acelera para proporcionar la cantidad necesaria a nuestro organismo.
Notamos que nos estamos aclimatando cuando nuestro pulso empieza a volver a un ritmo normal. La ingesta de algunos medicamentos puede camuflar la respuesta real de nuestro cuerpo en altura.
Cuando notamos que el pulso se acelera haciendo trekking en altura, debemos reducir el ritmo y caminar muy lentamente.
Khumbu Glacier
Nuestro cuerpo experimenta diuresis cuando ganamos altura. Diuresis ocurre cuando dormimos de 3000m arriba. En estos casos, podemos llegar a levantarnos más de una vez a orinar durante la noche. Así, nuestro cuerpo puede llegar a perder hasta un 2% de nuestro peso en agua.
Si no desarrollamos diuresis en altura, debemos estar atentos a un posible mal de altura. Que no orinemos a menudo no significa que vayamos a tener mal de altura, pero somos más susceptibles a tenerlo.
Durante un trekking en altura resulta una molestia levantarse tantas veces durante la noche, pero es absolutamente necesario extraer esos líquidos, y reponerlos de nuevo bebiendo más agua inmediatamente.
En altura, la sangre se hace más espesa. De hecho, en los primeros días la sangre se espesa porque perdemos más fluidos al tener diuresis. Más tarde la sangre se espesa porque nuestro cuerpo produce más glóbulos rojos para transportar más oxígeno en la sangre.
Debido a que la sangre produce muchos glóbulos rojos, la sangre viaja más lentamente porque tiene más peso. De este modo, una sangre espesa puede producir más fácilmente un bloqueo y evitar así que la sangre transporte el oxígeno donde el cuerpo lo necesita.
La inactividad puede incrementar este posible bloqueo en la sangre. Cuando esto sucede, es importante forzarse a incrementar la actividad y hacer algún ejercicio.
No hay realmente estudios científicos que nos aporten una solución en altura. Hay algunos que creen que medicamentos como la aspirina hacen la sangre menos espesa. O extraer glóbulos rojos. Pero no está demostrada su eficacia en altura.
Así, durante el trek, incluso los días de aclimatación son días activos en los cuales exploramos la zona y hacemos excursiones de día.
Hay personas que experimentan dificultades para contraer el sueño en alturas por encima de los 2500m. Aunque es más común a alturas a partir de 4500m.
A menudo en altura podemos experimentar lo que llamamos respiración periódica. En la cual mientras dormimos nuestra respiración disminuye el ritmo e incluso se puede detener por unos segundos. Justo antes de que nuestro sistema respiratorio vuelva a respirar, nos despertamos de repente para tomar aire. Esta situación ocurre cuando en la fase inicial del sueño respiramos muy fuerte, y nuestro cerebro acumula más oxígeno del que necesita. Entonces el cuerpo deja de necesitar oxígeno por unos segundos y el cerebro demanda oxígeno de nuevo. Es entonces cuando nos despertamos.
Esta reacción es normal y se reduce con la aclimatación. Es importante no tomar pastillas que nos ayuden a dormir, sedativos o tranquilizantes, ya que estos medicamentos disminuyen la respiración y, en consecuencia, proporcionan menos oxígeno.
Gokyo Ri. Everest 8848m
La altura deteriora física, mental y emocionalmente. La gente no vive permanentemente en altura (por encima de los 5000m) ya que el cuerpo no se acaba de adaptar. Los 7000m de altura (altura extrema) se conoce como la zona de la muerte. En este punto, el cuerpo no se puede adaptar y hay un cierto período de tiempo en el que alguien puede permanecer a esta altura. Pasado este tiempo, no se puede sobrevivir.
Este deterioramiento no ocurre en un trek en el Himalaya en altura (entre 2500m y 5500m) ya que el período de tiempo que pasamos en altura es muy corto.
No hay una misma fórmula para todos para aclimatarse y evitar el mal de altura, varía según la persona. Aun así, un patrón recomendado es ascender unos 300m la altura a la que dormimos cada día y hacer descansos (días de aclimatación) y dormir a la misma altura que el día anterior cada dos o tres días.
Para aquellos que quieran ascender a picos de 8000m, es recomendable una aclimatación de unas tres semanas a alturas alrededor de los 6000m, aunque de nuevo, esta normativa varía según la persona.
Para personas que quieren hacer picos de 6000m, entre siete y diez días de aclimatación parece ser lo razonable.
Para aquellos que quieran hacer trekking a alturas intermedias, antes de hacer una subida abrupta a 3000m, es mejor dormir el día anterior a una altura inferior. Especialmente para aquellos que vienen de alturas de nivel del mar, es aconsejable la práctica de subir altura durante el día, y dormir a baja altura.
Si no nos encontramos bien, es importante no ascender altura y quedarnos en el mismo lugar para dormir, o incluso descender.
En InspireU Adventures, nuestro equipo de profesionales tiene una vasta experiencia en altura y nos ayudaran a identificar la mejor manera de hacer un trekking por el Himalaya. Cuidarán de nuestra salud y de nuestro bienestar haciendo los días de aclimatación correspondientes y indicándonos el ritmo y la manera de caminar para que podamos disfrutar de la experiencia de una manera completamente segura y saludable.
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